La tradición de los escopeteros es una de las más sonoras y vibrantes que vive ERO-ETXE. Cada año, el estruendo de los disparos y el eco de las celebraciones llenan nuestras calles, recordándonos el valor de esta costumbre ancestral. Con dedicación y entusiasmo, mantenemos viva una tradición que conecta generaciones y que, sin duda, seguirá marcando nuestra identidad en los años venideros.
Las fiestas de Tolosa se celebran junto al solsticio de verano y en honor al patrón del pueblo, San Juan, mientras los primeros rayos de verano ambientan los días más largos del año.
Entre todos los días festivos, el 24 de junio es un día marcado en el calendario de los y las tolosarras. Las calles se llenan de compañías de escopeteros para festejar el desfile conocido como “Alarde de Tolosa”. Las diferentes compañías desfilan con su escopeta al hombro, en representación de la batalla de Beotibar, entre guipuzcoanos y navarros. Se ha convertido ya en una tradición que junta a unas 1.600 personas.
Cientos de participantes vestidos con trajes coloridos lanzan salvas al paso de la procesión, la banda municipal de txistularis, los y las bordon-dantzaris, la corporación municipal, la Banda Municipal de Música de Tolosa y los txistularis.
Durante el desfile, hay varios momentos emotivos, como es la salida de los pasos de la Misa Mayor en la Plaza Santa María, donde en un instante se unen el sonido de los cascabeles de los bordon-dantzaris en su primer Zortziko, con las melodías de la Banda y los txistularis junto a los tiros de las diferentes compañías de escopeteros.
Otro de los lugares singulares que se visita durante el desfile es la iglesia de San Juan en Arramele, la más antigua de Tolosa. La misa aquí se celebra el 23 y 24 por la tarde, vísperas y completas, y habrá ocasión de volver a ver a la Corporación con sus elegantes atuendos. Como curiosidad, el/la concejal más joven lleva el síndico: una espada cubierta de claveles y un pañuelo blanco con el escudo de Tolosa, en representación de la batalla de Beotibar. Al salir, se reparten los famosos claveles que decoran los San Juanes: a la misma figura de San Juan, la ermita de Arramele y la parroquia de Santa María.
El alarde del día de San Juan termina en la Plaza del Triángulo, donde el alcalde o alcaldesa y la corporación del Ayuntamiento bailan para todo el pueblo. Aquí, se lanzan las últimas salvas del día presididas por el/la capitán general y el/la capitán de los bordondantzaris, tal y como se ha hecho por la mañana en la Plaza Justicia.
En el año 2015 se estrenó en el desfile Ero Etxe que se compone por 80 efectivos. Con blusa y pantalones blancos, vestimos boina y cinta rojas, y chaleco bicolor.